Piso de Mármol
El mantenimiento de esta piedra se resume en el pulido de mármol. Para conservar su composición y su belleza natural, es necesario darle un regular mantenimiento preventivo por lo menos cada seis o nueve meses.
Usualmente, el paso del tiempo y su uso generan desgaste o, inclusive, algunas fisuras después de muchos años de haberse instalado. Por lo tanto, es necesario acudir a profesionales en la materia para darle el cuidado necesario y realzar su belleza.
Así como el hierro con hierro se aguza, así la piedra con piedra se abrillanta. Por eso, para el pulido de mármol, se lleva a cabo un proceso que se llama diamantado. Es decir, se usan discos que contienen resinas de diamante y ácido oxálico. Mientras menos productos abrasivos se usen en el proceso de pulido, más se conservará la integridad natural de la piedra.
El proceso para un abrillantado de una superficie de mármol se lleva a cabo prácticamente en tres pasos:
1.- Limpieza de la superficie. Antes de iniciar el pulido del piso, se debe limpiar, desmanchar y secar. Esto evitará que se dejen residuos imperceptibles al ojo, que al usar los discos de diamante causen rayaduras sobre la piedra. Para esto es recomendable usar un trapo de microfibra.
2.- Pulido. Con máquinas especiales, ya sea de mano o industriales, conocidas comúnmente como «rotativas», se inicia el proceso de abrillantar y pulir. También se deben usar químicos específicamente creados para este tipo de superficie. Al usar el equipo, sustancias y personal adecuado, se logra un brillo completamente natural y se conservará por más tiempo.
3.- Sellado. Por último y no menos importante, se deben usar selladores. Este componente ayudará a que el mármol tenga la protección necesaria para repeler líquidos que pudieran manchar permanentemente la piedra.
Lo natural siempre va a brindar un toque original y de buen gusto en cualquier decoración. Los pisos de mármol no son la excepción y brindan un acabado elegante, seguro y bello a la vista de cualquier persona.